MATERIALES:
- Garrafas de plástico -
Tubos de goma. -
Unas bridas
-
Globos
fáciles de hinchar. - Plastilina.
DESARROLLO:
1.
Sujetamos
en un extremo del tubo un globo con la ayuda de una brida.
2.
Comprobamos
que el globo se hincha al soplar por el otro extremo del tubo. Tapamos con un
dedo la salida del aire y luego dejamos que se deshinche levantando el dedo.
3.
Introducimos
el globo desinflado dentro de una garrafa y lo volvemos a hinchar con la ayuda
del tubo al que está unido. Antes de dejar salir el aire del globo cerramos la
“boca” de la garrafa con plastilina sujetando a la vez el tubo. Soltamos el
tubo y vemos que, en contra de lo previsible, el aire no sale, “no se escapa”.
4.
Si
intentamos inflar más el globo, además de comprobar que el aire no se escapa,
observamos que no podemos por mucho que lo intentemos
EXPLICACIÓN:
·
Cuando
inflamos el globo dentro de la botella podemos hacerlo porque al estar abierta
por la boca la presión atmosférica actúa dentro y fuera de la garrafa y por lo
tanto la membrana del globo está sometida por ambos lados a la misma presión.
·
Conforme
hinchamos el globo desalojamos parte del aire contenido en la garrafa. Al tapar
la boca con plastilina separamos el aire contenido dentro de la garrafa del
aire exterior. La presión del aire del interior de la botella es mucho menor
que la presión de la atmósfera exterior. Es esta presión de la atmósfera la que
actúa como un tapón invisible que impide que el aire contenido en el globo
escape y se desinfle.
·
AMPLIACIÓN:
Podemos comprobar cómo actúa la presión atmosférica repitiendo la experiencia
con otra garrafa que tenga un agujero en su base, pero esta vez
introduciendo el globo sin el tubo y sujetándolo a la boca como si fuera un
“calcetín”. Si una vez inflado cerramos el orificio, el globo permanecerá
hinchado. Si levantamos el dedo comenzará a desinflarse. Volvemos a cerrar el
orificio y dejará de desinflarse. Podemos “jugar” de esta manera hasta que se
desinfle totalmente.